En el mundo empresarial, el miedo a salir de nuestra zona de confort puede tener graves consecuencias. Los líderes que no están dispuestos a asumir riesgos pueden perder oportunidades importantes para su empresa, como la posibilidad de innovar, realizar ajustes en su estructura, competir en nuevos mercados o lanzar nuevos productos.
Según un estudio de Harvard Business Review, las empresas que toman riesgos controlados tienen más éxito que las que no lo hacen. De hecho, las empresas que tienen una cultura de toma de riesgos controlados son más innovadoras, tienen una mejor reputación entre los empleados y atraen a talentos más creativos.
Sin embargo, sabemos que la toma de riesgos no siempre es fácil. Los líderes empresariales pueden tener miedo de tomar decisiones arriesgadas que podrían tener consecuencias negativas para la empresa. Además, muchas empresas tienen una cultura que desalienta la toma de riesgos, lo que puede dificultar que los líderes se sientan cómodos asumiendo nuevos desafíos.
Entonces, ¿cómo pueden los líderes empresariales entrenarse para tomar riesgos controlados? Una estrategia es la planificación cuidadosa. Los líderes pueden identificar los riesgos potenciales y desarrollar planes de contingencia para abordarlos. También pueden involucrar a su equipo en el proceso de toma de decisiones, lo que puede proporcionar diferentes perspectivas y reducir el riesgo de tomar decisiones precipitadas.
Otra estrategia es la experimentación controlada. Los líderes pueden comenzar a experimentar con pequeños proyectos o iniciativas que están fuera de su zona de confort, para que puedan aprender y desarrollar habilidades sin arriesgar demasiado. Si los resultados son positivos, pueden ampliar el proyecto a una escala mayor.
Lo que quiero exponer es que podemos como líderes entrenarnos para tomar riesgos a través de la planificación cuidadosa y la experimentación controlada, sólo tenemos que tomar la decisión de seguir ese camino que nos llevará hacer cosas diferentes para tener resultados extraordinarios.